Este es un blog de la asignatura de Lengua castellana y literatura abierto a la participación exclusiva de los alumnos de 3º de E.S.O. y sus profesores del Colegio Menor Nuestra Señora de Loreto.
BLANCANIEVES Hace unos años, en una fabulosa casa de Nueva York vivía Blancanieves, una joven de diecisiete años, con su madrastra. La convivencia no era muy buena, no se llevaban bien, eso se debía sobretodo a la envidia de la madrastra hacia Blancanieves, ella era mucho más joven, guapa y encima tenía una gran herencia que le había dejado su padre, fallecido unos años atrás. El día que Blancanieves cumplió los dieciocho la madrastra la echó de la casa, no podía soportar que fuese mejor que ella. La muchacha recogió sus cosas y se fue, sin ningún paradero. Anduvo y anduvo y se encontró con siete varones que la invitaron a una fiesta, Blancanieves accedió, ya que no tenía nada mejor que hacer. Cuando terminó la fiesta y todos se iban a sus respectivas casas, ella les contó que se había quedado sin hogar debido a que su madrastra la había echado. Tras dialogar un poco, los siete chicos que vivían juntos, invitaron a Blancanieves a su casa durante una temporada, con la condición de que ella se encargara de las tareas de la casa, como cocinar, limpiar, fregar… Pasaron las semanas y Blancanieves seguía en aquella casa, ya que la convivencia era buena y por el momento no había encontrado nada mejor. Una mañana, mientras los muchachos trabajaban, alguien llamó a la puerta de la casa, Blancanieves que se encontraba fregando abrió la puerta, quién llamaba era una anciana con una cesta de manzanas, ésta le ofreció una, Blancanieves sentía que algo estaba ocurriendo y por algún motivo no se terminaba de creer a aquella anciana, la invitó a pasar a la casa sin probar la manzana y la entretuvo hasta que llegaron los chicos de trabajar. Uno de ellos que había estado investigando sobre la madrastra de Blancanieves nada más verla supo que se trataba de ella y con astucia le ofreció una de sus manzanas, la anciana sin darse cuenta se la tomó y murió, ya que estaban envenenadas. Juntos celebraron la victoria, aquella mujer ya no podía molestarles más.
Érase una vez tres hermanos que vivían en Madrid. El mayor de ellos era el que tenía mayor poder adquisitivo, pero, al igual que los otros dos, la crisis le había afectado de tal manera que su nivel de vida cayó en picado. Como le pasaba a sus hermanos, a duras penas podía pagar los gastos, pues se había quedado sin trabajo. El hermano mediano vivía en un piso cuyas calidades no eran muy buenas, pues la constructora de estos cayó en quiebra tras imputarles en numerosos juicios por no cumplir con lo establecido en los contratos que vendieron a sus clientes. Pero este no era el mayor de sus problemas, pues al igual que el hermano anterior no podía acarrear con los pagos. El más pequeño de los tres era el menos agraciado, pues vivía en un apartamento de veinte metros cuadrados y al igual que los otros dos no podía afrontar las facturas. Pero lo que tenían en común estos tres hermanos no era que se hubieran quedado sin trabajo, sino que el banco, dirigido por un malvado director apodado “El Lobo”, les iban a quitar la casa, ya que tampoco podían pagar sus respectivas hipotecas. Un día, estos tres hermanos, movidos por la rabia y el coraje, idearon un plan para atracar el banco en el que trabajaba “El Lobo”. Con el dinero que conseguirían podrían irse muy lejos, arreglar sus vidas y no volver a pasar por las penurias que habían pasado durante tantos años. Pensaron en las consecuencias que podía haber si su plan no salía bien pero era la única forma de poder vivir con una mayor calidad de vida Pasados unos días prepararon todo para llevar a cabo el plan: disfraces y máscaras para que no los reconocieran y armas para intimidar a los guardias. El día del golpe sería el martes pues era el día en el que menos seguridad había. Llegó el día y la acción se desató, pero como era de esperar el plan fue un fracaso y les acabaron arrestando e ingresaron por muchos años en la cárcel. Una vez allí pensaron en la locura que hicieron y se arrepintieron de los actos que llevaron a cabo, pero ya era tarde para arreglar lo que hicieron…. Álvaro Sánchez 3ESO B
Érase una vez tres hermanos que vivían en Madrid. El mayor de ellos era el que tenía mayor poder adquisitivo, pero, al igual que los otros dos, la crisis le había afectado de tal manera que su nivel de vida cayó en picado. Como le pasaba a sus hermanos, a duras penas podía pagar los gastos, pues se había quedado sin trabajo. El hermano mediano vivía en un piso cuyas calidades no eran muy buenas, pues la constructora de estos cayó en quiebra tras imputarles en numerosos juicios por no cumplir con lo establecido en los contratos que vendieron a sus clientes. Pero este no era el mayor de sus problemas, pues al igual que el hermano anterior no podía acarrear con los pagos. El más pequeño de los tres era el menos agraciado, pues vivía en un apartamento de veinte metros cuadrados y al igual que los otros dos no podía afrontar las facturas. Pero lo que tenían en común estos tres hermanos no era que se hubieran quedado sin trabajo, sino que el banco, dirigido por un malvado director apodado “El Lobo”, les iban a quitar la casa, ya que tampoco podían pagar sus respectivas hipotecas. Un día, estos tres hermanos, movidos por la rabia y el coraje, idearon un plan para atracar el banco en el que trabajaba “El Lobo”. Con el dinero que conseguirían podrían irse muy lejos, arreglar sus vidas y no volver a pasar por las penurias que habían pasado durante tantos años. Pensaron en las consecuencias que podía haber si su plan no salía bien pero era la única forma de poder vivir con una mayor calidad de vida Pasados unos días prepararon todo para llevar a cabo el plan: disfraces y máscaras para que no los reconocieran y armas para intimidar a los guardias. El día del golpe sería el martes pues era el día en el que menos seguridad había. Llegó el día y la acción se desató, pero como era de esperar el plan fue un fracaso y les acabaron arrestando e ingresaron por muchos años en la cárcel. Una vez allí pensaron en la locura que hicieron y se arrepintieron de los actos que llevaron a cabo, pero ya era tarde para arreglar lo que hicieron…. Álvaro Sánchez 3ESO B
Estaban tres hermanos en la vida en un país llamado España;comiendo,riendo,bebiendo,jugando…eran niños. Al principio no se notaba el interés académico de cada uno, hasta que fueron pasando los años. Uno se decantó rapidámente por el camino más fácil, estudió lo obligatorio y lo justo y fue a trabajar al sector de la construcción : no se requerían estudios y un buen y provechoso sueldo,los otros dos hermanos continuaron estudiando.
Al cabo de unos años otro hermano empezó a cansarse de los estudios así, termino el bachillerato y encontró un trabajo bien pagado en una empresa, sin necesidad de grandes estudios ni idiomas…El último hermano continuó estudiando, aprendiendo idiomas y trabajando duro mientras sus otros dos hermanos vivían la vida sin apenas necesidad de mucho trabajo.Despúes de unos años el único hermano que quedaba estudiando encontró trabajo sueldo normal-bueno pero seguro…
Entonces llegó a España una desafortunada época : LA CRISIS.Recesión,paro y desventura económica llegó en 2008. El hermano que trabajaba en la construcción rápidamente se quedo sin trabajo y en paro y tras años despilfarrando se vió en la calle y con una hipoteca en la espalda, el hermano temeroso de pedir ayuda y avergonzado para pedirla al hermano que estudió acudió al otro hermano.El hermano a duras penas consiguió mantener a su hermano, así sin idiomas y a penas reciclaje de sus pobres estudios…a crisis se lo comió y al hermano que estudió acudieron. Este con un buen nivel de estudios e idiomas fue aún mas prudente y se recicló con más estudios que completaba parcialmente con su trabajo. Sus dos hermanos acudieron a él y sin pensarlo no les dijo que no a sus hermanos, y los tres hermanos se refugiaron de la crisis económica hasta que por fin acabó. Aprendieron la lección y al acabar en 2016 la temida crisis empezaron a acudir con su hermano a las clases que daba… FIN
Hansel y Gretel son dos niños que viven con su padre en una gran ciudad, los dos son muy caprichosos y no paran de exigir regalos y premios por no hacer nada, en el colegio, además, no sacan buenas notas así que un día su padre se harta de tanto gasto y los abandona en las afueras diciéndoles que van a ir a unos grandes almacenes de compras. Les lleva y en cuanto no miran se marcha. Hansel conoce muy bien la ciudad, pero en las afueras no sabe orientarse, Gretel, al ser la pequeña, no conoce ni la ciudad, a penas las zonas más visitadas. Los dos caminan por las calles, sin rumbo, con la esperanza de encontrar a alguien familiar que les ayude. Antes de ponerse el último rayo de sol, se cruzan con una mujer que les pregunta si necesitan ayuda para algo, que les ve desorientados, ellos recuerdan algunas palabras de su madre, como las de no fiarse de los extraños, y deciden no confiar en ella, pues tampoco les causa una buena impresión, debido a que sus vestimentas no son como las que ellos están acostumbrados a ver en su zona. Le dicen que están bien y que no sucede nada, que sólo están regresando a casa. Cuan ya ha pasado un largo rato y siguen perdidos por las afueras, se paran cerca de un gran árbol en el centro de un parque, y descansan en el banco que se encuentra debajo. Están agotados de tanto andar, así que ni si quiera la situación de no encontrar el camino a casa les quita el sueño y no despiertan hasta el amanecer. Con las primeras luces de la mañana las afueras ya están despiertas, todo el mundo camina por sus calles, para ir al trabajo, al colegio o a hacer recados; muchos coches salen de las carreteras para ir al centro, las calles están ajetreadas por lo que despiertan algo sobresaltados. Los chicos piden ayuda a varias personas, un abuelo que pasea al perro por el parque les toma por timadores y ladrones; una chica directamente ni les escucha, pasa de largo. Vuelven a caminar buscando y preguntando, pero nadie les hace caso y los que hablan con ellos acaban marchándose. Le preguntan a una mujer, la mujer que vieron en el día anterior, ellos no le reconocen y ella les comenta si realmente necesitan ayuda o sólo le están gastando una broma, ellos recuerdan a la mujer y le piden disculpas por haberle tomado ayer por alguien de poco fiar, la mujer les invita a su casa y les cede su teléfono para llamar a su padre. Al recibir el padre la llamada, se le llenan los ojos de alegría, quedan para que los niños vuelvan a ver a su padre, el padre pide disculpas a sus hijos y a la mujer y le da las gracias por todo lo que ha hecho, puesto que la mujer no creyó a los niños el día anterior y les vigilaba para que nadie les pudiera hacer nada malo. Al cabo de unos meses los niños han cambiado completamente su actitud, ahora ya no piden tantos caprichos, sacan mejores notas y cuidan muy bien de su padre, así como su padre de ellos, de vez en cuando visitan a la mujer que les ayudó y ella les recibe con una merienda y una sonrisa en la cara.
Hace muchos años,en un pueblo pequeño y lejano y muy a las afueras de la ciudad,vivía una pequeña niña llamada Caperucita.Caperucita vivía con su madre en una casa más o menos amplia con vistas al pueblo.Un día,su madre le dijo que tenía que llevarle el almuerzo a su abuela ya que estaba enferma,así que Caperucita cogió su cesta y emprendió su viaje.Su madre le advirtió que no hablase con desconocidos para evitar problemas.Una vez que Caperucita empezó su trayecto,sacó un papel arrugado de su bolsillo,era un mapa.De repente,se oyó algo entre las ramas de los árboles,era el Lobo.Éste se mostró asombrado de ver a Caperucita con ese mapa ya que ella conocía muy bien el camino para llegar a casa de su abuela,pues iba todos los fines de semana.El Lobo echó un vistazo a aquel dichoso mapa ya que era muy curioso.Después de varios minutos,entendió por qué llevaba aquel mapa;no se dirigía a casa de su abuela,se dirigía a un centro comercial.El Lobo al suponer eso,fue corriendo a casa de Caperucita para hacérselo saber a su madre.La madre no pudo dar crédito a la información que le estaba dando el Lobo y como ya era de noche,llamó a un policía que siempre estaba vigilando aquella zona.El policía la encontró y la llevó a su casa.La madre,muy preocupada por su hija,le pidió explicaciones ya que le advirtió de lo que no debía hacer.La madre tuvo un castigo muy severo para ella,ya que le había mentido;pero aquello no era lo que más le preocupaba a ella,era que podía haber acabado muy mal aquella escapada ya que ese día,un ladrón estuvo alrededor del centro comercial.
Cuento:Pedro y el lobo Pedro caminaba como cada mañana por las calles de su pueblo vigilando de que no ocurriera nada extraño,aunque como de costumbre no encontró nada fuera de lo normal salvo porque no dejaba de escuchar los ruidos incesantes de las ovejas pero no le presto mucha atención.Continuo caminando hasta llegar a su casa donde se sentó en el sofá para leer su libro preferido por quinta vez en lo que iba de semana pero se cansó pronto,ya se aburría de que el libro tuviera siempre la misma trama y las mismas conversaciones así que cogió las llaves de casa y salió corriendo a buscar algo que hacer.A el le gustaba mucho salir a vigilar las calles aunque no ocurriera nada especial el se sentía realizado,pensaba que era como una especie de policía.Llego hasta la calle principal donde apenas había iluminación debido a un incidente que ocurrió la madrugada del día anterior,los cables de las farolas estaban desgastados,como mordidos y completamente fuera de la carcasa de metal que consituía la estructura principal de la farola.Pedro hacía mucho que no le temía a la oscuridad así que para demostrarse lo valiente que era decidió recorrerse esa calle alardeando,aunque el realmente estaba con los ojos como platos por miedo a que algo le atacara.Atravesó la calle y poco después pudo ver una especie de sombra arqueada hacia delante que no parecia humana,incluso a Pedro le daba la impresion de que se apoyaba al suelo con sus extremidades delanteras.Apenas tuvo tiempo para reaccionar cuendo vio que esa sobra parecía haber girado la cabeza hacia el,por lo que este unicamente se le ocurrió esconderse tras un depósito de agua que se encontraba en un lateral de la calle colindante a la mayor .Allí pensó que esa sombra no podría ere así que se puso a deliberar sobre lo que estaba ocurriendo.El daba argumentos a favor de seguirlo para ver si descubría que era eso pero por otro lado también contrargumenteba la idea de seguirlo debido a ese tremendo miedo que le producía.En un arrebato de valentía decidió seguirlo repitiéndose en su cabeza"tengo que descubrir el misterio,tengo que hacerlo"hasta llegar a lo que parecía ser una cueva donde Pedro acercándose un poco mas a esa sombra cuando ya se había parado pudo ver que esa sombra se trataba de un lobo bastante grande,con la boca de color rojo y que desprendía un fuerte olor a carne cruda.Pedro,sin quererlo comenzó a gritar, simplemente se quedó observando al lobo mientras este se daba la vuelta con bastante lentitud pero suficiente rapidez como para que Pedro no supiera como reaccionar y cuando quiso huir el lobo ya se había girado del todo fijándose directamente en el que seguramente sería,su nueva presa...A día de hoy aun no han conseguido encontrar a Pedro
UNA CENICIENTA EN NUEVA YORK Erase una vez una chica llamada Cenicienta que vivía en un apartamento de Nueva York cerca de Central Park. Vivía junto con su madrastra y sus dos hermanastras porque su padre se divorció de su madre, se caso con otra y después se fue y nunca volvió. Por este trauma Cenicienta nunca tuvo sueños infantiles y ahora era una antisocial que se pasaba el día viendo Telecinco y sus hermanastras se burlaban de ella porque ellas iban a todas las fiestas que se organizaban y Cenicienta se quedaba en casa como una amargada. Cierto día, una chica de la universidad repartió invitaciones para su fiesta de cumpleaños en su mansión e invito a casi toda la universidad menos a Cenicienta que, como no iba mucho por allí ni la conocían pero la joven quería ir a esa fiesta para enseñarle una lección a sus hermanastras así que sobornó a la chica para que le diera una invitación. Así llegó el día de la fiesta, pero Cenicienta recordó que no tenía ropa para salir pero por suerte una chalada que iba con una varita mágica creyéndose un hada le dio su ropa así pues Cenicienta la aceptó y salió hacia la fiesta dejando a sus hermanastras con un palmo de narices. En la fiesta un chico de estilo gótico se acercó a Cenicienta y le dijo-¿quieres bailar?-a lo que la chica respondió-bueno está bien-y pensó-“así se creerán que soy popular”-así que bailó junto a él y se lo pasó muy bien. Después Cenicienta se despertó en su casa con dolor de cabeza y se sorprendió-¿qué hago aquí?-no me acuerdo de nada por la borrachera que cogí anoche y… ¡me falta una zapatilla!-pensó que se la debería haber dejado en la mansión pero nunca volvió a saber de la zapatilla, la cual se la encontró el chico gótico pero no supo que era de Cenicienta. Después de esa experiencia la joven no volvió a salir de casa y se generó adicción a la bebida. Y colorín colorado, este cuento borracho se ha acabado
Una tarde cualquiera, mientras Caperucita estaba de fiesta con sus amigas, su madre le mando un Whatsapp: “Caperucita, ven a casa, la abuelita me ha mandado un mail, se ha puesto enferma y necesita que le lleves unas medicinas”. Tras mandar un breve mensaje diciendo que se ponía en camino a casa, se despidió de sus amigas y comenzó a andar. No le llevó mucho tiempo llegar a su casa ya que no le ocurrió nada por el camino. Una vez allí, su madre le dio dos besos y le entregó el paquete con las medicinas. De camino a casa de su abuela, Caperucita iba pensando en sus cosas. Estaba un poco enfadada con su madre por hacerla dejar la fiesta en la que estaban casi todos sus amigos pero, sin embargo, el hecho de que fuera por su abuelita hacía que su enfado se rebajara un poco ya que ella la quería mucho. Estaba siendo un viaje bastante tranquilo hasta que una persona completamente desconocida para Caperucita se cruzó en su camino. La chica se asustó un poco porque iba sola y el hombre, que le resultaba un tanto amenazador, se estaba acercando hacia ella. Al llegar a su lado, este puso una cara que intentaba ser alegre e informal, pero a la joven no se le pasó por alto que estaba fingiendo. - Hola – dijo el hombre con voz amable-. ¿Tú eres la chica a la que todos llaman Caperucita?-continuó el hombre aún amable. - ¿Quién eres y qué quieres de mí? - respondió fríamente la chica. - Tranquila, tranquila. Yo no soy de esos que primero se hacen el amable y luego se lanzan a por ti. Puedes confiar en mí. Simplemente quería hablar contigo porque he llegado hace poco y, los pocos amigos que tengo, hablan mucho de ti y tenía curiosidad por conocerte en persona. - Ah, entonces perdona mi actitud anterior – dijo Caperucita lamentando su mal comportamiento. Estuvieron charlando un rato y Caperucita descubrió que el hombre se llamaba Juan pero era conocido como “el Lobo” debido a su gran tamaño. También supo que el hombre tenía prácticamente su misma edad ya que aún no había cumplido los dieciséis. La chica le contó bastantes cosas sobre la ciudad, sin ahorrarse lo que hacía caminando por allí. Tras charlar un poco más, “Lobo”, dio una explicación rápida de la que Caperucita no entendió casi nada y se fue corriendo. Sintiéndose un poco sola ahora que nadie la acompañaba siguió su camino. Mientras Caperucita seguía el camino hacia casa de su abuelita, Lobo se fue a la calle en la que tenía la moto pensando en cómo la muchacha se había tragado todas sus mentiras: su edad, que hacía por allí, hacia donde iba, etc. Una vez en la moto, no tardó ni cinco minutos en llegar a la casa en la que supuestamente estaba la abuela de Caperucita. Fingiendo ser la joven nieta de la abuelita, consiguió que esta le abriera la puerta y, de un empujón, se metió en casa de la anciana. Tuvo que atarla y amordazarla para asegurarse de que no molestara mientras llevaba a cabo su plan para robar a Caperucita. Óscar Fernández Sierra 3º ESO B Parte 1
“Por fin he llegado” pensó la niña cuando se puso frente a la puerta de la abuelita. No tuvo que esperar que le abrieran la puerta porque ya estaba abierta, lo que le resultó extraño. - Oye abuelita, te has dejado la puerta abierta. - Ay, hija mía, estoy ya tan mayor que me olvido con facilidad de las cosas – dijo la abuelita con una voz más ronca de lo normal que Caperucita asignó a la enfermedad-. Acércate a mi cama, cariño – continuó la anciana. Tras dejar las medicinas en la cocina, Caperucita se dirigió al dormitorio de su abuela, pero no llegó al dormitorio ya que, cuando estaba cerca del baño, alguien saltó sobre ella y la inmovilizó en el suelo. Tras coger de los bolsillos todo lo que tenía, se encaminó hacia la puerta para salir. Caperucita, enfadada, intentaba golpear al ladrón, hasta que se dio cuenta de que era Lobo. - ¡Lobo! ¿Qué estás haciendo? ¡Devuélveme mis cosas! - Tu abuela está atada en su cama. Siento robarte pero necesito el dinero – dijo antes de salir. Acto seguido, Caperucita cogió el teléfono de su abuela y llamó a la policía. Fue una llamada bastante breve pero no hizo falta más, mientras la niña hablaba con su abuela y ambas se tranquilizaban, un policía cogió su coche y se dirigió a la calle central, donde era seguro que Lobo pararía. No tardó mucho más de dos minutos en llegar al policía, que le cogió, le esposó, le metió en el coche y le llevó a comisaría antes de que Caperucita se preocupara por sus cosas. Finalmente, el policía fue a casa de la abuelita donde estaban ella, Caperucita y su madre. El policía les dijo que habían encerrado a Lobo y que no volvería a robar jamás, le entregó a la niña sus cosas y se ganó el mote de “Cazador” debido a su caza, tal como dijo Caperucita, que volvió a su fiesta con una historia para contar a sus amigas. Al cabo de pocos días la abuelita se recuperó de su enfermedad y todos fueron felices y se fueron de cena.
Erase una vez una historia de dos gemelas y una madre que eran criadas de la malvada Cenicienta. Cenicienta era una mujer mala, la llamaban así porque se reía de los que limpiaban las chimeneas. Nunca las dejaba salir del hogar pues Cenicienta era muy escrupulosa en el tema de la limpieza. Un día una de las gemelas se consiguió escapar a una fiesta que había organizado el príncipe.El príncipe era todo un personaje, era muy feo y desagradable, no le gustaba nada que le dijeran lo que tenía que hacer. En la fiesta Cenicienta y el príncipe tuvieron un mini romance, pero Cenicienta al ver que el príncipe dejo el vaso en medio de la mesa sin posa vasos y puso los pies encima de la misma no aguantó y discutieron como si no hubiera un mañana. Al final de la discusión el príncipe se echo a llorar como nunca antes después de tanto tiempo sin conseguir una novia a los cinco minutos le había dejado. La gemela que consiguió escapar le vio llorar cuando se acerco divisó su cartera le dio un abrazo para ir a consolarle y le robó su billete de lotería creyendo que era un billete de veinte euros. A la mañana siguiente la gemela se coló en la casa con una gran noticia. Les había tocado la lotería pensaron las tres adiós años de esclavitud, adios maldita Cenicienta. Despues de decirle de todo a Cenicienta fueron a cobrar el billete y fueron felices y comieron perdices. Roberto Álvarez Montoro 3ºESO B
En nuestro siglo actual había un muy famoso actor,muy guapo y sociable,pero que se vio en su peor situación.Un día sufrió un accidente de coche en el que se le deformó el perfil derecho de su rostro,la suerte parecía darle la espalda,pero,su padre estaba allí para ayudarle,sólo quería que su hijo fuese feliz,así que,para ver si podía recuperar su calidad,su fama e.t.c llamó a una escritora para ver si podía hacerle una biografía y animar a su hijo para que viese que aunque hubiese perdido su belleza se le podía dar otra oportunidad en el mundo del arte.La escritora se puso manos a la obra y procedió camino a la mansión del actor, lamentablemente a la hora de la entrevista este se mostró reacio y no quiso dar muchos detalles en la primera sesión,ni en la siguiente,ni en la otra,así durante una semana .Hasta que la escritora le dijo-¿Vas a estar así todos los días?,sé que estás mal,lo entiendo vale,pero no puedes estar amargado siempre ,hay gente en peores condiciones y está feliz o eso intenta,pero tú no haces nada al respecto ,como no quieres hacer nada al respecto me voy,no quiero amargarme también-A lo que él contesta-¡Tú lo puedes decir fácilmente no has sufrido lo que yo,tú no tienes esta cara permanentemente,ni este dolor,no sufres pero yo sí!Yo tengo que lidiar con esto mientras tú me echas charlas morales,paso,ahora márchate .No quiero trabajar contigo más- La chica se fue pero por muchos días.A cada día que pasaba el hombre veía como todas sus plantas se marchitaban,e incluso su corazón ,llamó a la escritora para que volviese y ambos se disculparon y progresaron bastante en su libro.Esta vez sin ninguna disputa de por medio,ambos estaban felices.El hombre tenía que tomar una severa medicación,por los dolores del accidente y su trastorno,que le causaban pesadillas,como cada noche,la escritora seguía en la mansión dado que el trabajo lo requería,ella le vigilaba y calmaba,se podía quedar noches despierta peo eso le daba igual,ella sólo quería que él estuviese tranquilo.Él se daba cuenta de que su corazón latía más fuerte cada vez que estaba con ella,la empezaba a amar, y ella a él .A la muchacha le daba igual su aspecto ,le quería por cómo era.Una noche ,mientras ella le vigilaba notó que él estaba tranquilo,no tenía pesadillas,según él le bastaba con notar su presencia y se calmaba.Al día siguiente él le desveló que estaba enamorado de ella,sorprendida le miró y le dijo-Estaba esperando oír eso-Y se besaron.Ya la biografía estaba acabada,había sido un "bestseller",él ya no sentía el dolor ,sólo el gran amor por ella.En el final del libro se puede leer"como se dió cuenta de su simplicidad ,apartó lo malo y disfrutó de la vida,fue feliz y comió perdiz" Claudia Berenguer Redondo
Caperucita era una niña que vivía con su madre en un piso cerca de Colón, en Madrid. Una mañana su madre estaba cocinando una receta que vio el día anterior en Robin Food, ese vasco rechoncho nunca le había caído bien a caperucita. Al terminar su madre se acordó de guardarle un poco a su abuela y que luego se lo llevaría caperucita. Después de comer y de haber visto ``el Lobo de Wall Street´´ su madre le dijo que le llevara la tartera que había guardado a su abuela. Cogió su iPhone 6C para mirar lo que le quedaba al 123 para llegar a la parada, siete minutos y el autobús estaba allí, fue a su cuarto para vestirse luego al zapatero para coger las New Balance que le había regalado su abuela hace poco, cogió su bono se puso el abrigo y se dispuso a salir. Al llegar a la parada el autobús estaba llegando, cuando subió y paso, su bono no funcionaba, se lo dijo al conductor y este le dijo que sin dinero no había viaje. Ella enfadada se bajó del autobús y llamo a su madre para ver que le decía, ella dijo que fuera al estanco para que se lo arreglaran. De camino se encontró con un hombre con gafas de sol y pañuelo que le ofreció un caramelo, ella se negó respondiéndle que su madre le dice que no hable con personas raras y que sin duda él lo era, el hombre sacó un cuchillo y amenazó con matarla si no le decía a donde iba, le dijo que a casa de su abuela, el hombre la soltó y se fue corriendo. Ella decidió olvidarlo y seguir como si nada. Al llegar al estanco el tendero le dijo que estaba rayado y se lo cambió, al salir se dirigió de nuevo a la parada. Al llegar el autobús subió y pasó sin problema, de camino decidió escuchar música porque se aburría, se puso su canción favorita de Farruco y J. Balvin. Bajó del autobús y se dirigió a casa de su abuela. Su abuela era accionista del Corte Ingles y tenía un chalet al que caperucita le gustaba mucho ir porque tenía jardín y piscina. Cuando llamo salió un grito que le decía que pasara. Ella paso con timidez y dejó la bolsa en la cocina, la abuela dijo: -¿Que traes que huele tan bien? -Un guiso que ha hecho mi madre, ¿qué te pasa en la voz abuela? Respondió caperucita extrañada. -Estoy un poco resfriada, pasa que te vea. Respondió la abuela. -¿Abuela que te pasa en la nariz? Dijo caperucita al verla. -Es para olerte mejor. Respondió la abuelita. -¿Y qué te pasa en las manos? Insistió caperucita. -¡Es para robar mejor!!!!!!! Respondió la abuelita saltando de la cama y revelando su verdadera identidad. Era el mismo hombre que le había preguntado a donde iba horas antes. Este la encerró en el mismo armario en el que estaba su abuela, sucesivamente subió a la planta de los dormitorios para robar todo lo que él considerara de valor. Caperucita saco su iPhone 6C para llamar al 112, pero no tenía cobertura, pensó que si lo acercaba a la puerta tal vez tendría, y así fue. Llamo al 112 y le dio la dirección de la casa. En escasos minutos la policía estaba allí, arresto al ladrón y liberó a los dos. La madre al enterarse fue corriendo para comprobar el estado de caperucita y su abuela, las dos estaban ilesas aunque un poco asustadas. La abuela las invito para comer el guiso juntas. Fue un día memorable y que permanecerá seguramente mucho tiempo en sus memorias. FIN
Caperucita Roja Érase una vez una mujer de 32 años llamada Caperucita, llamada así por su afición por llevar sudaderas con capuchas, la mujer quería comprarse una casa, en el barrio más lujoso de la ciudad, había trabajado muy duro en su trabajo y había conseguido ahorrar mucho dinero y ahora estaba orgullosa de gastarlo en una lujosa casa que se iba a comprar razón por la cual Caperucita portaba una cartera con mucho dinero. En el camino se encontró con una persona desarrapada con unas vestimentas sucias y con los dientes sucios, la persona le preguntó: -¿Dónde vas con ese enorme monedero señora? A lo que Caperucita le respondió: -A comprarme una casa inmensa, con la gran suma de dinero que llevo en mi monedero. Y Caperucita se fue a la casa donde hablaría con el director de la empresa que llevaba la compra de la casa, lo que Caperucita no sabía era que el director de la empresa fue secuestrado por la persona que se encontró antes la cual se llamaba El Lobo, por lo visto era un ladrón profesional que se dedica a robar el dinero de las compras de casas, que era una elevada suma de dinero. Cuando Caperucita llegó a la casa que se iba a comprar habló con el director que en verdad era El Lobo, y EL Lobo le empezó a contar a Caperucita las ofertas de las casas y todo lo que tenía la casa y los electrodomésticos, … Caperucita le empezó a preguntar al “director” (El Lobo): -¿Cómo es que tienen unas ofertas tan buenas? -¿Estos precios como son posibles? Son demasiados baratos. La casa era muy moderna, con 4 habitaciones, puesto que Caperucita se iba ha vivir con su marido con el cual quería tener hijos un niño y una niña, 3 cuartos de baño para no tener problemas, un salón muy amplio, una cocina, una buhardilla bastante grande para que jueguen los futuros niños, un despacho para el marido, y un trastero para guardar cosas y una plaza de garaje. El Lobo no hacía más que decirle mentiras, y finalmente caperucita acabó pagándole a el Lobo el precio de la casa, lo cual le dejaba hipotecada porque el precio de la casa era mayor a la cantidad de dinero ahorrado por Caperucita, pagó la casa y cuando El Lobo recibió su dinero se fue corriendo, la pobre Caperucita se quedó boquiabierta porque acababa de perder mucho dinero y no sabía que iban ha hacer en el futuro sin dinero. Afortunadamente una semana mas tarde la policía pillo a El Lobo, y se le devolvió todo el dinero a Caperucita afortunadamente. De no ser por la policía Caperucita estaría sin blanca, y todo por confiar en desconocidos. Moraleja, no te fíes de los desconocidos. Manuel 3ºB
14 comentarios:
BLANCANIEVES
Hace unos años, en una fabulosa casa de Nueva York vivía Blancanieves, una joven de diecisiete años, con su madrastra. La convivencia no era muy buena, no se llevaban bien, eso se debía sobretodo a la envidia de la madrastra hacia Blancanieves, ella era mucho más joven, guapa y encima tenía una gran herencia que le había dejado su padre, fallecido unos años atrás.
El día que Blancanieves cumplió los dieciocho la madrastra la echó de la casa, no podía soportar que fuese mejor que ella. La muchacha recogió sus cosas y se fue, sin ningún paradero.
Anduvo y anduvo y se encontró con siete varones que la invitaron a una fiesta, Blancanieves accedió, ya que no tenía nada mejor que hacer. Cuando terminó la fiesta y todos se iban a sus respectivas casas, ella les contó que se había quedado sin hogar debido a que su madrastra la había echado. Tras dialogar un poco, los siete chicos que vivían juntos, invitaron a Blancanieves a su casa durante una temporada, con la condición de que ella se encargara de las tareas de la casa, como cocinar, limpiar, fregar…
Pasaron las semanas y Blancanieves seguía en aquella casa, ya que la convivencia era buena y por el momento no había encontrado nada mejor.
Una mañana, mientras los muchachos trabajaban, alguien llamó a la puerta de la casa, Blancanieves que se encontraba fregando abrió la puerta, quién llamaba era una anciana con una cesta de manzanas, ésta le ofreció una, Blancanieves sentía que algo estaba ocurriendo y por algún motivo no se terminaba de creer a aquella anciana, la invitó a pasar a la casa sin probar la manzana y la entretuvo hasta que llegaron los chicos de trabajar. Uno de ellos que había estado investigando sobre la madrastra de Blancanieves nada más verla supo que se trataba de ella y con astucia le ofreció una de sus manzanas, la anciana sin darse cuenta se la tomó y murió, ya que estaban envenenadas. Juntos celebraron la victoria, aquella mujer ya no podía molestarles más.
Sofía Gómez Gómez
LOS TRES CERDITOS
Érase una vez tres hermanos que vivían en Madrid. El mayor de ellos era el que tenía mayor poder adquisitivo, pero, al igual que los otros dos, la crisis le había afectado de tal manera que su nivel de vida cayó en picado. Como le pasaba a sus hermanos, a duras penas podía pagar los gastos, pues se había quedado sin trabajo. El hermano mediano vivía en un piso cuyas calidades no eran muy buenas, pues la constructora de estos cayó en quiebra tras imputarles en numerosos juicios por no cumplir con lo establecido en los contratos que vendieron a sus clientes. Pero este no era el mayor de sus problemas, pues al igual que el hermano anterior no podía acarrear con los pagos. El más pequeño de los tres era el menos agraciado, pues vivía en un apartamento de veinte metros cuadrados y al igual que los otros dos no podía afrontar las facturas. Pero lo que tenían en común estos tres hermanos no era que se hubieran quedado sin trabajo, sino que el banco, dirigido por un malvado director apodado “El Lobo”, les iban a quitar la casa, ya que tampoco podían pagar sus respectivas hipotecas.
Un día, estos tres hermanos, movidos por la rabia y el coraje, idearon un plan para atracar el banco en el que trabajaba “El Lobo”. Con el dinero que conseguirían podrían irse muy lejos, arreglar sus vidas y no volver a pasar por las penurias que habían pasado durante tantos años. Pensaron en las consecuencias que podía haber si su plan no salía bien pero era la única forma de poder vivir con una mayor calidad de vida
Pasados unos días prepararon todo para llevar a cabo el plan: disfraces y máscaras para que no los reconocieran y armas para intimidar a los guardias. El día del golpe sería el martes pues era el día en el que menos seguridad había.
Llegó el día y la acción se desató, pero como era de esperar el plan fue un fracaso y les acabaron arrestando e ingresaron por muchos años en la cárcel. Una vez allí pensaron en la locura que hicieron y se arrepintieron de los actos que llevaron a cabo, pero ya era tarde para arreglar lo que hicieron….
Álvaro Sánchez 3ESO B
LOS TRES CERDITOS
Érase una vez tres hermanos que vivían en Madrid. El mayor de ellos era el que tenía mayor poder adquisitivo, pero, al igual que los otros dos, la crisis le había afectado de tal manera que su nivel de vida cayó en picado. Como le pasaba a sus hermanos, a duras penas podía pagar los gastos, pues se había quedado sin trabajo. El hermano mediano vivía en un piso cuyas calidades no eran muy buenas, pues la constructora de estos cayó en quiebra tras imputarles en numerosos juicios por no cumplir con lo establecido en los contratos que vendieron a sus clientes. Pero este no era el mayor de sus problemas, pues al igual que el hermano anterior no podía acarrear con los pagos. El más pequeño de los tres era el menos agraciado, pues vivía en un apartamento de veinte metros cuadrados y al igual que los otros dos no podía afrontar las facturas. Pero lo que tenían en común estos tres hermanos no era que se hubieran quedado sin trabajo, sino que el banco, dirigido por un malvado director apodado “El Lobo”, les iban a quitar la casa, ya que tampoco podían pagar sus respectivas hipotecas.
Un día, estos tres hermanos, movidos por la rabia y el coraje, idearon un plan para atracar el banco en el que trabajaba “El Lobo”. Con el dinero que conseguirían podrían irse muy lejos, arreglar sus vidas y no volver a pasar por las penurias que habían pasado durante tantos años. Pensaron en las consecuencias que podía haber si su plan no salía bien pero era la única forma de poder vivir con una mayor calidad de vida
Pasados unos días prepararon todo para llevar a cabo el plan: disfraces y máscaras para que no los reconocieran y armas para intimidar a los guardias. El día del golpe sería el martes pues era el día en el que menos seguridad había.
Llegó el día y la acción se desató, pero como era de esperar el plan fue un fracaso y les acabaron arrestando e ingresaron por muchos años en la cárcel. Una vez allí pensaron en la locura que hicieron y se arrepintieron de los actos que llevaron a cabo, pero ya era tarde para arreglar lo que hicieron….
Álvaro Sánchez 3ESO B
Tomado de los tres cerditos:
LOS TRES HERMANOS
Estaban tres hermanos en la vida en un país llamado España;comiendo,riendo,bebiendo,jugando…eran niños. Al principio no se notaba el interés académico de cada uno, hasta que fueron pasando los años. Uno se decantó rapidámente por el camino más fácil, estudió lo obligatorio y lo justo y fue a trabajar al sector de la construcción : no se requerían estudios y un buen y provechoso sueldo,los otros dos hermanos continuaron estudiando.
Al cabo de unos años otro hermano empezó a cansarse de los estudios así, termino el bachillerato y encontró un trabajo bien pagado en una empresa, sin necesidad de grandes estudios ni idiomas…El último hermano continuó estudiando, aprendiendo idiomas y trabajando duro mientras sus otros dos hermanos vivían la vida sin apenas necesidad de mucho trabajo.Despúes de unos años el único hermano que quedaba estudiando encontró trabajo sueldo normal-bueno pero seguro…
Entonces llegó a España una desafortunada época : LA CRISIS.Recesión,paro y desventura económica llegó en 2008. El hermano que trabajaba en la construcción rápidamente se quedo sin trabajo y en paro y tras años despilfarrando se vió en la calle y con una hipoteca en la espalda, el hermano temeroso de pedir ayuda y avergonzado para pedirla al hermano que estudió acudió al otro hermano.El hermano a duras penas consiguió mantener a su hermano, así sin idiomas y a penas reciclaje de sus pobres estudios…a crisis se lo comió y al hermano que estudió acudieron.
Este con un buen nivel de estudios e idiomas fue aún mas prudente y se recicló con más estudios que completaba parcialmente con su trabajo. Sus dos hermanos acudieron a él y sin pensarlo no les dijo que no a sus hermanos, y los tres hermanos se refugiaron de la crisis económica hasta que por fin acabó. Aprendieron la lección y al acabar en 2016 la temida crisis empezaron a acudir con su hermano a las clases que daba…
FIN
Rafael Zazo Moreno
HANSEL Y GRETEL
Hansel y Gretel son dos niños que viven con su padre en una gran ciudad, los dos son muy caprichosos y no paran de exigir regalos y premios por no hacer nada, en el colegio, además, no sacan buenas notas así que un día su padre se harta de tanto gasto y los abandona en las afueras diciéndoles que van a ir a unos grandes almacenes de compras. Les lleva y en cuanto no miran se marcha. Hansel conoce muy bien la ciudad, pero en las afueras no sabe orientarse, Gretel, al ser la pequeña, no conoce ni la ciudad, a penas las zonas más visitadas. Los dos caminan por las calles, sin rumbo, con la esperanza de encontrar a alguien familiar que les ayude. Antes de ponerse el último rayo de sol, se cruzan con una mujer que les pregunta si necesitan ayuda para algo, que les ve desorientados, ellos recuerdan algunas palabras de su madre, como las de no fiarse de los extraños, y deciden no confiar en ella, pues tampoco les causa una buena impresión, debido a que sus vestimentas no son como las que ellos están acostumbrados a ver en su zona. Le dicen que están bien y que no sucede nada, que sólo están regresando a casa. Cuan ya ha pasado un largo rato y siguen perdidos por las afueras, se paran cerca de un gran árbol en el centro de un parque, y descansan en el banco que se encuentra debajo. Están agotados de tanto andar, así que ni si quiera la situación de no encontrar el camino a casa les quita el sueño y no despiertan hasta el amanecer. Con las primeras luces de la mañana las afueras ya están despiertas, todo el mundo camina por sus calles, para ir al trabajo, al colegio o a hacer recados; muchos coches salen de las carreteras para ir al centro, las calles están ajetreadas por lo que despiertan algo sobresaltados. Los chicos piden ayuda a varias personas, un abuelo que pasea al perro por el parque les toma por timadores y ladrones; una chica directamente ni les escucha, pasa de largo. Vuelven a caminar buscando y preguntando, pero nadie les hace caso y los que hablan con ellos acaban marchándose. Le preguntan a una mujer, la mujer que vieron en el día anterior, ellos no le reconocen y ella les comenta si realmente necesitan ayuda o sólo le están gastando una broma, ellos recuerdan a la mujer y le piden disculpas por haberle tomado ayer por alguien de poco fiar, la mujer les invita a su casa y les cede su teléfono para llamar a su padre. Al recibir el padre la llamada, se le llenan los ojos de alegría, quedan para que los niños vuelvan a ver a su padre, el padre pide disculpas a sus hijos y a la mujer y le da las gracias por todo lo que ha hecho, puesto que la mujer no creyó a los niños el día anterior y les vigilaba para que nadie les pudiera hacer nada malo. Al cabo de unos meses los niños han cambiado completamente su actitud, ahora ya no piden tantos caprichos, sacan mejores notas y cuidan muy bien de su padre, así como su padre de ellos, de vez en cuando visitan a la mujer que les ayudó y ella les recibe con una merienda y una sonrisa en la cara.
Henar Castaño Martín Nº4 3ºESO B
Hace muchos años,en un pueblo pequeño y lejano y muy a las afueras de la ciudad,vivía una pequeña niña llamada Caperucita.Caperucita vivía con su madre en una casa más o menos amplia con vistas al pueblo.Un día,su madre le dijo que tenía que llevarle el almuerzo a su abuela ya que estaba enferma,así que Caperucita cogió su cesta y emprendió su viaje.Su madre le advirtió que no hablase con desconocidos para evitar problemas.Una vez que Caperucita empezó su trayecto,sacó un papel arrugado de su bolsillo,era un mapa.De repente,se oyó algo entre las ramas de los árboles,era el Lobo.Éste se mostró asombrado de ver a Caperucita con ese mapa ya que ella conocía muy bien el camino para llegar a casa de su abuela,pues iba todos los fines de semana.El Lobo echó un vistazo a aquel dichoso mapa ya que era muy curioso.Después de varios minutos,entendió por qué llevaba aquel mapa;no se dirigía a casa de su abuela,se dirigía a un centro comercial.El Lobo al suponer eso,fue corriendo a casa de Caperucita para hacérselo saber a su madre.La madre no pudo dar crédito a la información que le estaba dando el Lobo y como ya era de noche,llamó a un policía que siempre estaba vigilando aquella zona.El policía la encontró y la llevó a su casa.La madre,muy preocupada por su hija,le pidió explicaciones ya que le advirtió de lo que no debía hacer.La madre tuvo un castigo muy severo para ella,ya que le había mentido;pero aquello no era lo que más le preocupaba a ella,era que podía haber acabado muy mal aquella escapada ya que ese día,un ladrón estuvo alrededor del centro comercial.
Loreto Lopez 3ºB Nº13
Cuento:Pedro y el lobo
Pedro caminaba como cada mañana por las calles de su pueblo vigilando de que no ocurriera nada extraño,aunque como de costumbre no encontró nada fuera de lo normal salvo porque no dejaba de escuchar los ruidos incesantes de las ovejas pero no le presto mucha atención.Continuo caminando hasta llegar a su casa donde se sentó en el sofá para leer su libro preferido por quinta vez en lo que iba de semana pero se cansó pronto,ya se aburría de que el libro tuviera siempre la misma trama y las mismas conversaciones así que cogió las llaves de casa y salió corriendo a buscar algo que hacer.A el le gustaba mucho salir a vigilar las calles aunque no ocurriera nada especial el se sentía realizado,pensaba que era como una especie de policía.Llego hasta la calle principal donde apenas había iluminación debido a un incidente que ocurrió la madrugada del día anterior,los cables de las farolas estaban desgastados,como mordidos y completamente fuera de la carcasa de metal que consituía la estructura principal de la farola.Pedro hacía mucho que no le temía a la oscuridad así que para demostrarse lo valiente que era decidió recorrerse esa calle alardeando,aunque el realmente estaba con los ojos como platos por miedo a que algo le atacara.Atravesó la calle y poco después pudo ver una especie de sombra arqueada hacia delante que no parecia humana,incluso a Pedro le daba la impresion de que se apoyaba al suelo con sus extremidades delanteras.Apenas tuvo tiempo para reaccionar cuendo vio que esa sobra parecía haber girado la cabeza hacia el,por lo que este unicamente se le ocurrió esconderse tras un depósito de agua que se encontraba en un lateral de la calle colindante a la mayor .Allí pensó que esa sombra no podría ere así que se puso a deliberar sobre lo que estaba ocurriendo.El daba argumentos a favor de seguirlo para ver si descubría que era eso pero por otro lado también contrargumenteba la idea de seguirlo debido a ese tremendo miedo que le producía.En un arrebato de valentía decidió seguirlo repitiéndose en su cabeza"tengo que descubrir el misterio,tengo que hacerlo"hasta llegar a lo que parecía ser una cueva donde Pedro acercándose un poco mas a esa sombra cuando ya se había parado pudo ver que esa sombra se trataba de un lobo bastante grande,con la boca de color rojo y que desprendía un fuerte olor a carne cruda.Pedro,sin quererlo comenzó a gritar, simplemente se quedó observando al lobo mientras este se daba la vuelta con bastante lentitud pero suficiente rapidez como para que Pedro no supiera como reaccionar y cuando quiso huir el lobo ya se había girado del todo fijándose directamente en el que seguramente sería,su nueva presa...A día de hoy aun no han conseguido encontrar a Pedro
Gabriel Da Costa Cicuendez
UNA CENICIENTA EN NUEVA YORK
Erase una vez una chica llamada Cenicienta que vivía en un apartamento de Nueva York cerca de Central Park. Vivía junto con su madrastra y sus dos hermanastras porque su padre se divorció de su madre, se caso con otra y después se fue y nunca volvió. Por este trauma Cenicienta nunca tuvo sueños infantiles y ahora era una antisocial que se pasaba el día viendo Telecinco y sus hermanastras se burlaban de ella porque ellas iban a todas las fiestas que se organizaban y Cenicienta se quedaba en casa como una amargada. Cierto día, una chica de la universidad repartió invitaciones para su fiesta de cumpleaños en su mansión e invito a casi toda la universidad menos a Cenicienta que, como no iba mucho por allí ni la conocían pero la joven quería ir a esa fiesta para enseñarle una lección a sus hermanastras así que sobornó a la chica para que le diera una invitación. Así llegó el día de la fiesta, pero Cenicienta recordó que no tenía ropa para salir pero por suerte una chalada que iba con una varita mágica creyéndose un hada le dio su ropa así pues Cenicienta la aceptó y salió hacia la fiesta dejando a sus hermanastras con un palmo de narices. En la fiesta un chico de estilo gótico se acercó a Cenicienta y le dijo-¿quieres bailar?-a lo que la chica respondió-bueno está bien-y pensó-“así se creerán que soy popular”-así que bailó junto a él y se lo pasó muy bien. Después Cenicienta se despertó en su casa con dolor de cabeza y se sorprendió-¿qué hago aquí?-no me acuerdo de nada por la borrachera que cogí anoche y… ¡me falta una zapatilla!-pensó que se la debería haber dejado en la mansión pero nunca volvió a saber de la zapatilla, la cual se la encontró el chico gótico pero no supo que era de Cenicienta. Después de esa experiencia la joven no volvió a salir de casa y se generó adicción a la bebida.
Y colorín colorado, este cuento borracho se ha acabado
Una tarde cualquiera, mientras Caperucita estaba de fiesta con sus amigas, su madre le mando un Whatsapp: “Caperucita, ven a casa, la abuelita me ha mandado un mail, se ha puesto enferma y necesita que le lleves unas medicinas”. Tras mandar un breve mensaje diciendo que se ponía en camino a casa, se despidió de sus amigas y comenzó a andar.
No le llevó mucho tiempo llegar a su casa ya que no le ocurrió nada por el camino. Una vez allí, su madre le dio dos besos y le entregó el paquete con las medicinas. De camino a casa de su abuela, Caperucita iba pensando en sus cosas. Estaba un poco enfadada con su madre por hacerla dejar la fiesta en la que estaban casi todos sus amigos pero, sin embargo, el hecho de que fuera por su abuelita hacía que su enfado se rebajara un poco ya que ella la quería mucho.
Estaba siendo un viaje bastante tranquilo hasta que una persona completamente desconocida para Caperucita se cruzó en su camino. La chica se asustó un poco porque iba sola y el hombre, que le resultaba un tanto amenazador, se estaba acercando hacia ella. Al llegar a su lado, este puso una cara que intentaba ser alegre e informal, pero a la joven no se le pasó por alto que estaba fingiendo.
- Hola – dijo el hombre con voz amable-. ¿Tú eres la chica a la que todos llaman Caperucita?-continuó el hombre aún amable.
- ¿Quién eres y qué quieres de mí? - respondió fríamente la chica.
- Tranquila, tranquila. Yo no soy de esos que primero se hacen el amable y luego se lanzan a por ti. Puedes confiar en mí. Simplemente quería hablar contigo porque he llegado hace poco y, los pocos amigos que tengo, hablan mucho de ti y tenía curiosidad por conocerte en persona.
- Ah, entonces perdona mi actitud anterior – dijo Caperucita lamentando su mal comportamiento.
Estuvieron charlando un rato y Caperucita descubrió que el hombre se llamaba Juan pero era conocido como “el Lobo” debido a su gran tamaño. También supo que el hombre tenía prácticamente su misma edad ya que aún no había cumplido los dieciséis. La chica le contó bastantes cosas sobre la ciudad, sin ahorrarse lo que hacía caminando por allí. Tras charlar un poco más, “Lobo”, dio una explicación rápida de la que Caperucita no entendió casi nada y se fue corriendo. Sintiéndose un poco sola ahora que nadie la acompañaba siguió su camino.
Mientras Caperucita seguía el camino hacia casa de su abuelita, Lobo se fue a la calle en la que tenía la moto pensando en cómo la muchacha se había tragado todas sus mentiras: su edad, que hacía por allí, hacia donde iba, etc. Una vez en la moto, no tardó ni cinco minutos en llegar a la casa en la que supuestamente estaba la abuela de Caperucita. Fingiendo ser la joven nieta de la abuelita, consiguió que esta le abriera la puerta y, de un empujón, se metió en casa de la anciana. Tuvo que atarla y amordazarla para asegurarse de que no molestara mientras llevaba a cabo su plan para robar a Caperucita.
Óscar Fernández Sierra 3º ESO B Parte 1
“Por fin he llegado” pensó la niña cuando se puso frente a la puerta de la abuelita. No tuvo que esperar que le abrieran la puerta porque ya estaba abierta, lo que le resultó extraño.
- Oye abuelita, te has dejado la puerta abierta.
- Ay, hija mía, estoy ya tan mayor que me olvido con facilidad de las cosas – dijo la abuelita con una voz más ronca de lo normal que Caperucita asignó a la enfermedad-. Acércate a mi cama, cariño – continuó la anciana.
Tras dejar las medicinas en la cocina, Caperucita se dirigió al dormitorio de su abuela, pero no llegó al dormitorio ya que, cuando estaba cerca del baño, alguien saltó sobre ella y la inmovilizó en el suelo. Tras coger de los bolsillos todo lo que tenía, se encaminó hacia la puerta para salir. Caperucita, enfadada, intentaba golpear al ladrón, hasta que se dio cuenta de que era Lobo.
- ¡Lobo! ¿Qué estás haciendo? ¡Devuélveme mis cosas!
- Tu abuela está atada en su cama. Siento robarte pero necesito el dinero – dijo antes de salir.
Acto seguido, Caperucita cogió el teléfono de su abuela y llamó a la policía. Fue una llamada bastante breve pero no hizo falta más, mientras la niña hablaba con su abuela y ambas se tranquilizaban, un policía cogió su coche y se dirigió a la calle central, donde era seguro que Lobo pararía. No tardó mucho más de dos minutos en llegar al policía, que le cogió, le esposó, le metió en el coche y le llevó a comisaría antes de que Caperucita se preocupara por sus cosas.
Finalmente, el policía fue a casa de la abuelita donde estaban ella, Caperucita y su madre. El policía les dijo que habían encerrado a Lobo y que no volvería a robar jamás, le entregó a la niña sus cosas y se ganó el mote de “Cazador” debido a su caza, tal como dijo Caperucita, que volvió a su fiesta con una historia para contar a sus amigas. Al cabo de pocos días la abuelita se recuperó de su enfermedad y todos fueron felices y se fueron de cena.
Óscar Fernández Sierra 3º ESO B
Parte 2
Erase una vez una historia de dos gemelas y una madre que eran criadas de la malvada Cenicienta. Cenicienta era una mujer mala, la llamaban así porque se reía de los que limpiaban las chimeneas. Nunca las dejaba salir del hogar pues Cenicienta era muy escrupulosa en el tema de la limpieza. Un día una de las gemelas se consiguió escapar a una fiesta que había organizado el príncipe.El príncipe era todo un personaje, era muy feo y desagradable, no le gustaba nada que le dijeran lo que tenía que hacer. En la fiesta Cenicienta y el príncipe tuvieron un mini romance, pero Cenicienta al ver que el príncipe dejo el vaso en medio de la mesa sin posa vasos y puso los pies encima de la misma no aguantó y discutieron como si no hubiera un mañana. Al final de la discusión el príncipe se echo a llorar como nunca antes después de tanto tiempo sin conseguir una novia a los cinco minutos le había dejado. La gemela que consiguió escapar le vio llorar cuando se acerco divisó su cartera le dio un abrazo para ir a consolarle y le robó su billete de lotería creyendo que era un billete de veinte euros. A la mañana siguiente la gemela se coló en la casa con una gran noticia. Les había tocado la lotería pensaron las tres adiós años de esclavitud, adios maldita Cenicienta. Despues de decirle de todo a Cenicienta fueron a cobrar el billete y fueron felices y comieron perdices.
Roberto Álvarez Montoro 3ºESO B
La Bella y la Bestia
En nuestro siglo actual había un muy famoso actor,muy guapo y sociable,pero que se vio en su peor situación.Un día sufrió un accidente de coche en el que se le deformó el perfil derecho de su rostro,la suerte parecía darle la espalda,pero,su padre estaba allí para ayudarle,sólo quería que su hijo fuese feliz,así que,para ver si podía recuperar su calidad,su fama e.t.c llamó a una escritora para ver si podía hacerle una biografía y animar a su hijo para que viese que aunque hubiese perdido su belleza se le podía dar otra oportunidad en el mundo del arte.La escritora se puso manos a la obra y procedió camino a la mansión del actor, lamentablemente a la hora de la entrevista este se mostró reacio y no quiso dar muchos detalles en la primera sesión,ni en la siguiente,ni en la otra,así durante una semana .Hasta que la escritora le dijo-¿Vas a estar así todos los días?,sé que estás mal,lo entiendo vale,pero no puedes estar amargado siempre ,hay gente en peores condiciones y está feliz o eso intenta,pero tú no haces nada al respecto ,como no quieres hacer nada al respecto me voy,no quiero amargarme también-A lo que él contesta-¡Tú lo puedes decir fácilmente no has sufrido lo que yo,tú no tienes esta cara permanentemente,ni este dolor,no sufres pero yo sí!Yo tengo que lidiar con esto mientras tú me echas charlas morales,paso,ahora márchate .No quiero trabajar contigo más- La chica se fue pero por muchos días.A cada día que pasaba el hombre veía como todas sus plantas se marchitaban,e incluso su corazón ,llamó a la escritora para que volviese y ambos se disculparon y progresaron bastante en su libro.Esta vez sin ninguna disputa de por medio,ambos estaban felices.El hombre tenía que tomar una severa medicación,por los dolores del accidente y su trastorno,que le causaban pesadillas,como cada noche,la escritora seguía en la mansión dado que el trabajo lo requería,ella le vigilaba y calmaba,se podía quedar noches despierta peo eso le daba igual,ella sólo quería que él estuviese tranquilo.Él se daba cuenta de que su corazón latía más fuerte cada vez que estaba con ella,la empezaba a amar, y ella a él .A la muchacha le daba igual su aspecto ,le quería por cómo era.Una noche ,mientras ella le vigilaba notó que él estaba tranquilo,no tenía pesadillas,según él le bastaba con notar su presencia y se calmaba.Al día siguiente él le desveló que estaba enamorado de ella,sorprendida le miró y le dijo-Estaba esperando oír eso-Y se besaron.Ya la biografía estaba acabada,había sido un "bestseller",él ya no sentía el dolor ,sólo el gran amor por ella.En el final del libro se puede leer"como se dió cuenta de su simplicidad ,apartó lo malo y disfrutó de la vida,fue feliz y comió perdiz"
Claudia Berenguer Redondo
Caperucita era una niña que vivía con su madre en un piso cerca de Colón, en Madrid. Una mañana su madre estaba cocinando una receta que vio el día anterior en Robin Food, ese vasco rechoncho nunca le había caído bien a caperucita. Al terminar su madre se acordó de guardarle un poco a su abuela y que luego se lo llevaría caperucita. Después de comer y de haber visto ``el Lobo de Wall Street´´ su madre le dijo que le llevara la tartera que había guardado a su abuela. Cogió su iPhone 6C para mirar lo que le quedaba al 123 para llegar a la parada, siete minutos y el autobús estaba allí, fue a su cuarto para vestirse luego al zapatero para coger las New Balance que le había regalado su abuela hace poco, cogió su bono se puso el abrigo y se dispuso a salir. Al llegar a la parada el autobús estaba llegando, cuando subió y paso, su bono no funcionaba, se lo dijo al conductor y este le dijo que sin dinero no había viaje. Ella enfadada se bajó del autobús y llamo a su madre para ver que le decía, ella dijo que fuera al estanco para que se lo arreglaran. De camino se encontró con un hombre con gafas de sol y pañuelo que le ofreció un caramelo, ella se negó respondiéndle que su madre le dice que no hable con personas raras y que sin duda él lo era, el hombre sacó un cuchillo y amenazó con matarla si no le decía a donde iba, le dijo que a casa de su abuela, el hombre la soltó y se fue corriendo. Ella decidió olvidarlo y seguir como si nada. Al llegar al estanco el tendero le dijo que estaba rayado y se lo cambió, al salir se dirigió de nuevo a la parada. Al llegar el autobús subió y pasó sin problema, de camino decidió escuchar música porque se aburría, se puso su canción favorita de Farruco y J. Balvin. Bajó del autobús y se dirigió a casa de su abuela. Su abuela era accionista del Corte Ingles y tenía un chalet al que caperucita le gustaba mucho ir porque tenía jardín y piscina. Cuando llamo salió un grito que le decía que pasara. Ella paso con timidez y dejó la bolsa en la cocina, la abuela dijo:
-¿Que traes que huele tan bien?
-Un guiso que ha hecho mi madre, ¿qué te pasa en la voz abuela? Respondió caperucita extrañada.
-Estoy un poco resfriada, pasa que te vea. Respondió la abuela.
-¿Abuela que te pasa en la nariz? Dijo caperucita al verla.
-Es para olerte mejor. Respondió la abuelita.
-¿Y qué te pasa en las manos? Insistió caperucita.
-¡Es para robar mejor!!!!!!! Respondió la abuelita saltando de la cama y revelando su verdadera identidad.
Era el mismo hombre que le había preguntado a donde iba horas antes.
Este la encerró en el mismo armario en el que estaba su abuela, sucesivamente subió a la planta de los dormitorios para robar todo lo que él considerara de valor.
Caperucita saco su iPhone 6C para llamar al 112, pero no tenía cobertura, pensó que si lo acercaba a la puerta tal vez tendría, y así fue. Llamo al 112 y le dio la dirección de la casa. En escasos minutos la policía estaba allí, arresto al ladrón y liberó a los dos. La madre al enterarse fue corriendo para comprobar el estado de caperucita y su abuela, las dos estaban ilesas aunque un poco asustadas. La abuela las invito para comer el guiso juntas. Fue un día memorable y que permanecerá seguramente mucho tiempo en sus memorias.
FIN
Caperucita Roja
Érase una vez una mujer de 32 años llamada Caperucita, llamada así por su afición por llevar sudaderas con capuchas, la mujer quería comprarse una casa, en el barrio más lujoso de la ciudad, había trabajado muy duro en su trabajo y había conseguido ahorrar mucho dinero y ahora estaba orgullosa de gastarlo en una lujosa casa que se iba a comprar razón por la cual Caperucita portaba una cartera con mucho dinero.
En el camino se encontró con una persona desarrapada con unas vestimentas sucias y con los dientes sucios, la persona le preguntó:
-¿Dónde vas con ese enorme monedero señora?
A lo que Caperucita le respondió:
-A comprarme una casa inmensa, con la gran suma de dinero que llevo en mi monedero.
Y Caperucita se fue a la casa donde hablaría con el director de la empresa que llevaba la compra de la casa, lo que Caperucita no sabía era que el director de la empresa fue secuestrado por la persona que se encontró antes la cual se llamaba El Lobo, por lo visto era un ladrón profesional que se dedica a robar el dinero de las compras de casas, que era una elevada suma de dinero.
Cuando Caperucita llegó a la casa que se iba a comprar habló con el director que en verdad era El Lobo, y EL Lobo le empezó a contar a Caperucita las ofertas de las casas y todo lo que tenía la casa y los electrodomésticos, …
Caperucita le empezó a preguntar al “director” (El Lobo):
-¿Cómo es que tienen unas ofertas tan buenas?
-¿Estos precios como son posibles? Son demasiados baratos.
La casa era muy moderna, con 4 habitaciones, puesto que Caperucita se iba ha vivir con su marido con el cual quería tener hijos un niño y una niña, 3 cuartos de baño para no tener problemas, un salón muy amplio, una cocina, una buhardilla bastante grande para que jueguen los futuros niños, un despacho para el marido, y un trastero para guardar cosas y una plaza de garaje.
El Lobo no hacía más que decirle mentiras, y finalmente caperucita acabó pagándole a el Lobo el precio de la casa, lo cual le dejaba hipotecada porque el precio de la casa era mayor a la cantidad de dinero ahorrado por Caperucita, pagó la casa y cuando El Lobo recibió su dinero se fue corriendo, la pobre Caperucita se quedó boquiabierta porque acababa de perder mucho dinero y no sabía que iban ha hacer en el futuro sin dinero.
Afortunadamente una semana mas tarde la policía pillo a El Lobo, y se le devolvió todo el dinero a Caperucita afortunadamente.
De no ser por la policía Caperucita estaría sin blanca, y todo por confiar en desconocidos.
Moraleja, no te fíes de los desconocidos.
Manuel 3ºB
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